Museografía, curaduría e iconografía musical
La aproximación a la museística en música como disciplina se propone estudiar todo lo relativo a los museos y cómo se ha implementado y desarrollado la museología y la museografía musical, de cómo los museos de una forma global se han ocupado de la música y su interacción con la sociedad como objeto museístico desde las expresiones y prácticas, instrumentos, objetos, documentos, accesorios, ambientes, actores, espacios, institucionalidades, entre muchos otros aspectos relacionados con la música sus actores, procesos, productos y memorias susceptibles de museizar.
La museografía como actividad, disciplina o ciencia, tiene como objeto principal las exposiciones, su diseño y ejecución, así como la adecuación e intervención de espacios, diseño y creación de lenguajes y herramientas para facilitar su presentación, comprensión, relación e interacción.
La museografia musical como campo de conocimiento se extiende más allá del museo como espacio e institución y exige el diseño y elaboración de técnicas expositivas ampliándose a otros espacios, recursos, medios, a dinámicas y espacios de intervención que se relacionan con las formas de producir memoria y patrimonio musical y con las culturas que las producen, diversificando y complejizando la museología y sus alcances críticos, didácticos e interactivos elaborando ideas, conceptos o sistemas conceptuales en las cuales se basan la selección, organización y la propuesta expositiva de forma que sea accesible, comprensible y disponible intelectualmente a todo tipo de públicos.
Resulta con frecuencia necesaria la interacción entre saberes y conocimientos de diversas ciencias y disciplinas así como la incorporación cada vez más frecuente de todo tipo de recursos interactivos, la virtualidad y el lenguaje audiovisual las formas de construir la creación y el conocimiento musical, las técnicas de comunicación, las tecnologías y los medios empleados convirtiendo la museística musical en un reto interdisciplinar sobre el objeto a museizar, haciéndola cada vez más interactiva, teniendo en cuenta las exigencias y complejidades de conservación de los objetos, la disposición y presentación y la viabilización efectiva de su relación con el público y el propósito de comunicación del conservador, el ambiente expositivo, el espacio, el curador y el iconografista de una exposición musical.