Pedagogía instrumental
El aprendizaje instrumental ha evolucionado de una forma más flexible y profunda conduciendo a una práctica instrumental viva, auténtica, gratificante, cuyos principales objetivos se encuentren enraizados en lo más profundo de la personalidad de los individuos, investigando siempre nuevos caminos, formas más apropiadas y satisfactorias de aprender, ampliando los horizontes de profesores, padres y alumnos, ayudándoles a encontrar nuevos valores dentro de sí mismos, en una enseñanza creativa y original, contempla al individuo en su totalidad, donde profesor y alumno son partícipes de un proceso único e irrepetible, fruto del intercambio fluido de su manera de expresar y percibir e interpretar las necesidades expresivas y técnicas de la ejecución instrumental, de las potencialidades de cada individuo y de la manera como se comunica.
El docente comprende que el aprendizaje es un proceso vivo y orgánico en el que lo interno y lo externo se fusionan para permitir un proceso de maduración y crecimiento del individuo, que ve así expresadas sus potencialidades. Sus predisposiciones actúan de manera automática, pero no permanente, creando órdenes y procesos que nunca parten de cero y que son intrínsecamente inteligentes, sensibles y creativos. Aprender no es una función puramente cognitiva, no es algo que sucede en la cabeza: es un proceso social, físico, emocional, cognitivo, estético y espiritual; es un acto total y transformador.
No podremos nunca controlar ni ser conscientes del modo y del momento en el que el aprendizaje se produce, sino que sólo podemos atender a las condiciones donde el procedimiento tiene lugar.
Así como podemos definir un marco general de aprendizaje apropiado cuanto más amplia sea la visión del profesor y vaya a favor del individuo, utilizando recursos, aprovechando todos los canales y formas de percepción y asimilación.
La respuesta o reacción que se produce ante el estímulo no podremos jamás prever de qué forma ni en qué momento lo hará, puesto que cada organismo tiene su propio funcionamiento inteligente y englobador, capaz de generar creativamente y a su propio ritmo interno sus propias respuestas y reacciones.
El aprendizaje nunca tiene un ritmo regular, sino que se produce según una cadencia imprevisible que marcan los procesos interiores del individuo y que son totalmente desconocidos. El proceso de maduración nunca es lineal.
El hacer musical parte de la percepción de los propios procesos internos, vitales, afectivos e intelectivos. Es un conectarse con las fuerzas y fuentes energéticas desde donde fluye la música. La conciencia corporal, la conexión con el cuerpo como un conjunto de sensaciones interrelacionadas que se influyen en un organismo complejo, permanentemente variable y cambiante, que queda reunido en el instante que hace música.
Fuentes
PÉREZ Marisa., 2005 Un nuevo camino en la enseñanza instrumental
BEDOYA Sánchez, Samuel, 1947-1994 Módulos de Capacitación para Instrumentistas y Directores de Banda de Vientos. Módulo IV. La enseñanza instrumental.